Este martes 16 se celebró el Día Internacional del Trabajo Social. Los/as profesionales de este campo trabajan por y para personas, buscando resolver problemas que afectan a distintas clases sociales. Son un agente de cambio. Una misión en la que la psicología tiene un papel protagonista, ya que puede aportarles herramientas muy valiosas que mejoren los resultados de sus intervenciones. ¿Quieres conocerlas? Te contamos las claves de la relación entre psicología y trabajo social.
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Psicología y trabajo social: una relación de simbiosis
Los/as trabajadores/as sociales trabajan en espacios como escuelas, juzgados u hospitales. Están presentes en situaciones donde se requiere asesoramiento, tanto individual como colectivo. La psicología les aporta las bases teóricas y prácticas para el desarrollo de su trabajo.
Por su parte, la psicología bebe del trabajo social al participar también en procesos de desarrollo colectivos como el trabajo con personas en exclusión social, atención psicológica en violencia de género o atención psicosocial a profesionales altamente expuestos como los sanitarios, sociosanitarios y de la intervención social.
Ambas ciencias se ocupan del comportamiento de la gente y de sus modos de interacción. Ambas profundizan en la forma de pensar de las personas y en sus modos de sentir.
En definitiva, ambas tienen relación y se aportan mutuamente unos beneficios que se deben tener en cuenta.
Beneficios que aporta la psicología al/la profesional del ámbito social
Los problemas sociales emergen a nivel colectivo y son de carácter sociológico, pero, en esencia, nacen como un proceso psicológico individual. A su vez, los pensamientos, sentimientos y comportamientos de las personas están influenciadas por la presencia de otros.
El/ la trabajador/a social debe comprender a la persona en la relación con los demás para entender mejor la realidad comunitaria y poder actuar con mayor efectividad en ella. En definitiva, le aporta:
- Una visión de la realidad humana como realidad social.
- Un enfoque psicosocial de los problemas sociales.
- Una sensibilidad que le permite ser más eficaz en el tratamiento de las situaciones.
Esto posibilita resolver problemas en el ámbito social mediante técnicas y estrategias que dan como resultado el cambio personal y, por defecto, el cambio social. Ayudando al individuo/a se pueden generar cambios a nivel de grupo. Algo que favorece un buen funcionamiento comunitario y un gran bienestar personal. Todos ganan.
Gestalt social
En Erain creemos firmemente en esta relación de simbiosis entre psicología y trabajo social, por eso predicamos con el ejemplo y desarrollamos programas sociales desde una perfectiva Gestalt.
La terapia Gestalt es un modelo de psicoterapia que se centra en el desarrollo personal y en la recuperación de la capacidad de vivir el presente (puedes saber más sobre ella en nuestro post ` Terapia Gestalt: qué es, para qué sirve y cómo se aplica´). En lo que se refiere al ámbito social, se tiene en cuenta a la persona con la que se trabaja y su relación con su entorno y entramado social. ¿El resultado? Cambios positivos a nivel comunitario.
Es el caso, por ejemplo, de nuestro programa Sua de atención psicológica en violencia de género. A través del cual protegemos a las víctimas, las ayudamos a recuperarse y promovemos su vuelta a la vida comunitaria.
Formación en Gestalt social
Precisamente porque trabajamos y conocemos la importancia de unir psicología y trabajo social, hemos lanzado recientemente un máster en terapia Gestalt dirigido, entre otros, a trabajadores/as sociales.
En él, dejamos a un lado la mirada individualista y enseñamos a ver a la persona en relación a su entorno. Haciendo hincapié en los aspectos sociales que afectan a los individuos con los que se trabaja.
¿Quieres saber más? Contacta con nosotros en coordinacion@sad-zhukovsky.82-223-55-142.plesk.page o llámanos al 688 641 936 o 944 076 146.