Síntomas y consecuencias psicológicas del bullying o acoso escolar

Síntomas y consecuencias psicológicas del bullying o acoso escolar.

1 de cada 5 menores sufren acoso en el colegio. El pasado 2 de mayo se celebró el día internacional del bullying o acoso escolar, un grave problema con el que ni una pandemia mundial ha conseguido acabar. En clase, en la calle o a través de Internet, miles de niños y niñas son víctimas a diario de una violencia sin sentido que les provoca secuelas durante toda su vida. Para evitarlo, la educación es lo más importante. Y como psicólogos/as, padres/madres o profesores debemos saber cómo actuar ante estos casos.

¿Qué es el bullying o acoso escolar?

Es importante tener claro qué se considera bullying o acoso escolar. En resumen, es cualquier violencia, física o psicológica, entre compañeros de clase y que se da de forma constante y repetida. Dentro de esta definición entran las agresiones que se producen en cualquier entorno, ya sea en el centro educativo, en la calle o a través de Internet.

Datos sobre el bullying o acoso escolar en España

Con la pandemia, el acoso no desapareció sino que se trasladó al entorno online. Y, aunque para muchos menores fue una liberación estudiar en casa, las agresiones no terminaron.

Según el último informe publicado por la Fundación ANAR y la Mutua Madrileña, el 35,5% de los estudiantes admite que conoce casos de acoso en su clase y, de ellos, un 38,9% asegura que afectan a más de un compañero o compañera.

La mayoría de las agresiones, 6 de cada 10, se cometen por varias personas y las principales motivaciones para llevarlas a cabo, según sus propios compañeros, son para “hacerse más guays” o por diversión. En cuanto a las consecuencias del acoso, las más mencionadas son sentir miedo (casi un 93%), bajar las notas (60,4%) y dolor de cabeza o estómago (44,7%).

Tipos de bullying

Muchas veces se tiende a minimizar el bullying o acoso escolar bajo la frase de “son cosas de críos”, pero cualquiera de estas situaciones se considera acoso cuando se produce con frecuencia:

  • Acoso verbal: insultos, motes, amenazas o intimidación.
  • Acoso social: se aísla a la víctima con respecto a la clase. Difusión de rumores.
  • Acoso psicológico: Va más allá del acoso verbal. Burlas, humillaciones, ridiculizaciones, risas e infravaloraciones.
  • Acoso físico: empujones, collejas, escupitajos, golpes, patadas y rotura de objetos.
  • Acoso sexual: todas las acciones relacionadas con los actos sexuales o burlas por la orientación sexual de la víctima.
  • Ciberbullying: todo acoso que se produce en el entorno online.

¿Cuáles son los síntomas del bullying o acoso escolar ?

¿Cómo puedes saber si alguien de tu entorno está sufriendo bullying o acoso escolar ? En todos los casos hay señales que advierten de que un menor está siendo víctima de bullying:

  • Cambios en el comportamiento: pasa de ser una persona alegre y abierta a estar melancólica, retraída, irascible o estar más nerviosa de lo normal.
  • Aislamiento: se encierra en su habitación, deja de quedar con amigos…
  • Rechazo a ir al colegio: pone excusas como que se encuentra mal o le duele algo para evitar ir.
  • Señales físicas: como golpes o hematomas.
  • Objetos o ropa rotos o perdidos.
  • Bajo rendimiento académico: sus notas bajan.
  • Conductas autodestructivas: como hacerse daño.
  • Dificultad para dormir: con pesadillas frecuentes.

¿Cuáles son las consecuencias psicológicas del acoso escolar?

Estas agresiones tienen consecuencias psicológicas que perduran en la edad adulta si no se tratan:

  • Niveles altos de ansiedad.
  • Baja autoestima.
  • Inseguridad.
  • Cambios de personalidad.
  • Aparición de fobias.
  • Trastornos emocionales.
  • Problemas de alimentación.
  • Depresión.
  • Problemas para relacionarse.
  • Síndrome de estrés postraumático.
  • Ira.
  • Pensamientos suicidas.

¿Cómo actuar frente al bullying?

En el caso de que un menor te confiese que sufre bullying o acoso escolar , debes:

  • Fomentar la comunicación: háblale abiertamente, que vea que está en un entorno seguro para expresar lo que siente y padece.
  • Dar apoyo incondicional: debe saber que estás ahí, a su lado.
  • No hacer juicios: deja claro que este problema le puede pasar a cualquiera, que no es su culpa. Tampoco pidas explicaciones por no haberlo contado antes o no haber hecho nada para pararlo.
  • Involucrar a todas las partes implicadas: las medidas que se tomen tienen que estar consensuadas por padres, centro educativo y menor. Este último se tiene que sentir integrado dentro de las soluciones.

Pese a todo, las respuestas de los alumnos en el informe de ANAR y la Mutua Madrileña incluyen tres datos esperanzadores. El primero, que un 44% cree que el acoso perjudica a todo el grupo, que más del 95% considera el acoso un maltrato y que un 79,2% opina que para parar al acosador debe unirse el grupo o decírselo a un profesor o a un adulto (77,8%). Precisamente, la estrategia que los expertos consideramos clave para detener esos comportamientos.

¿Necesitas ayuda o asesoramiento en un caso de acoso escolar? Llámanos al 94 407 61 46 o envíanos un email a erain@sad-zhukovsky.82-223-55-142.plesk.page.

Scroll al inicio